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Artículo 14. Creencias: El Poder para Construir y el Poder para Destruir

Creencias Limitantes

«Nunca acabo lo que comienzo», «el dinero es difícil de conseguir», «siempre salgo lastimado cuando doy mucha confianza», «nunca he tenido buen físico», «no puedo hacerlo por que me diagnosticaron esta enfermedad», y uffff la lista continúa. Nadie se escapa de las creencias limitantes. Nuestra cultura, familia, experiencias de vida han hecho que creemos estas cadenas invisibles que nos atan a versiones restringidas de nosotros mismos y no nos damos cuenta de cuán profundamente arraigadas están en nuestro ser. El problema surge cuando nuestras creencias nos impiden alcanzar nuestras metas, disfrutar plenamente de la vida y se convierten en obstáculos invisibles pero poderosos que frenan nuestro progreso y felicidad.

Desmontaje de Creencias Limitantes

Agarra lápiz y papel porque desmontar creencias limitantes es posible, así que lo que se viene es muy poderoso. Vas a contestar estas preguntas para que puedas identificar qué es lo que te está deteniendo.

  1.   Descubre tu creencia limitante: Si lo que quieres lograr es tan importante para ti, ¿Cómo es que NO lo estás haciendo? ¿Qué obstáculos se interponen entre lo que vives hoy y vivir tu pasión?
  2.   Desmonta tu creencia limitante: ¿En qué contexto se presenta tu creencia limitante? ¿Cómo sabrías si eso no fuese verdad? ¿Qué dejas de hacer cuando aparece tu creencia limitante?
  3.   Desactiva tu creencia limitante: ¿Qué dejas de disfrutar por creer eso? ¿Quién serías sin esa historia?
  4.   Integra una nueva creencia: ¿En quién te conviertes sin tu creencia limitante? ¿Qué eliges? ¿Cuál será tu primer paso?

Si aún se te hace complicado identificar tus creencias limitantes, puedes profundizar con el libro de Carol Deweck, «Mindset: La actitud del éxito» o escribirme para agendar una sesión de coaching, yo estaré feliz de acompañarte en este proceso de autoconocimiento.

Toma Acción

La acción es fundamental para superar las creencias limitantes. Hace bastante tiempo estoy comprometida a tomar medidas concretas para desafiar y superar estas ideas restrictivas y a veces destructoras. Esto puede implicar buscar apoyo profesional, establecer metas alcanzables, enfrentar nuestros miedos y salir de nuestra zona de confort. Cada paso hacia adelante que logramos nos ayuda a liberarnos de nuestras creencias limitantes y a experimentar una vida más auténtica.

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Artículo 7. Tu Niño Interior ya Sanó, Ahora te Toca a ti: Autoestima en Presencia

Si te incomoda estar sol@, si te da miedo equivocarte, si solo te pones guap@ cuando vas a salir y no te arreglas para ti, si eres sensible a las críticas o lo peor de todo si dudas constantemente de tus capacidades, ¡Prepárate para un despertar de autoestima brutal!.

El Costo de Mirar Hacia Atrás

Por mucho tiempo he estado acostumbrada a reprocharme situaciones que salían mal y las relacionaba con mi pasado. Si has leído el Artículo 1 sabes que tuve fuertes episodios a lo largo de mi vida y mis creencias construyeron mi autoestima a través de esas experiencias.

Cuando comencé a preocuparme por mi bienestar y desarrollo personal encontré un sin fin de herramientas (libros, retiros, sesiones de respiración, cursos online, meditaciones, búsqueda del niño interior, regresiones, reiki, ayahuasca, mil cosas) y lo que la mayoría tenía en común era que se iban al pasado para averiguar cómo surgió todo. El por qué de mis valores, creencias y perspectivas de vida. Entonces, comencé a entender varios comportamientos negativos que había desarrollado por cosas que me habían pasado en la infancia.

Al principio, este viaje al pasado parecía prometedor. Pero llegó un momento en que “sanar” se comenzó a volver adictivo para mi. Siempre buscando defectos en mi, y querer ir al pasado para poder descifrarlos. La duda se apoderó de mi, ya no estaba feliz, tampoco orgullosa de quien era y tenía una sensación de que no estaba siendo lo suficientemente buena en lo que hacía. En otras palabras, mi autoestima estaba teniendo un bajón y esto de inmediato impactó en mi vida diaria.

Despertando al presente

¿Cómo me di cuenta que esto me estaba afectando? El Artículo 2 es la respuesta. Solo te diré que no hay retiro ni terapia que pueda salvarte si no estás dispuesto a enfrentarte a ti mismo aquí y ahora. Con mucho amor te voy a compartir cómo hasta el día de hoy trabajo mi autoestima, sin quedarme atrapada en mis traumas del pasado.

  1. No hay día que no me cuide: ¿Meditación? ¡Todos los días! y por más que no tenga un compromiso igual me pongo linda. A veces me da un poco de flojera pero creeme que cuando termino de arreglarme, no dejo de sonreír y me dan ganas de hacer mil cosas. No hay nada más importante que lo que ven tus ojos en el espejo y si durante el día van a ver a una persona desarreglada, inconscientemente estás creando esa versión de ti. También cuido mi cuerpo, porque, ¿Qué es una mente sana sin un cuerpazo saludable?.
  2. Afirmo y visualizo: Estaba dudando mucho en poner el punto 2 porque sé que el tema de las afirmaciones y visualizaciones se ha vuelto muy cliché, pero la verdad no me importa. Quiero ser muy transparente contigo y esto a mí verdaderamente me ha ayudado. Repito afirmaciones como un mantra y visualizo lo que quiero lograr a corto o largo plazo, porque si no crees en ti mismo, ¿Quién lo hará?.
  3. Haz tu lista de NO NEGOCIABLES: ¿Qué estás dispuesto a aceptar en tu vida y qué no?  Por ejemplo, en mi lista está que si yo me doy cuenta de que alguien me está mintiendo, no lo voy a tolerar. Porque valoro muchísimo mi integridad y la de los demás. Otra cosa que tampoco tolero son las relaciones superficiales, por ejemplo si estoy en un call con una amiga y me empieza a contar de la última cartera que se compró, con todo el respeto del mundo le cuelgo (bromita). Le soy honesta y le digo que prefiero saber como esta ella o su familia, eso es más importante para mi y si verdaderamente valora mi amistad estoy segura que cambiaremos de tema. Puede sonar duro pero, si ella insiste en seguir hablando de cosas que para mi son superficiales evaluaré su amistad porque para mi no es solo una conversación si no es tiempo y energía que le estoy dedicando a ella. Y ese tiempo lo podría estar utilizando en otra cosa, como aprender algo nuevo o simplemente seguir disfrutando la vida.

Mis no negociables no tienen que ser los tuyos, por eso te voy a compartir ideas para que construyas tu propia lista, porque cada uno debe conocer sus límites y defenderlos.

  1. Respeto mutuo en todas tus relaciones.
  2. No tolerar el abuso verbal, físico o emocional.
  3. Mantener tu integridad personal y respetar tus valores.
  4. Priorizar el autocuidado y el tiempo para ti.
  5. Establecer límites claros sobre el espacio personal.
  6. No comprometer tu salud física por presiones de la sociedad. 
  7. Evitar situaciones o relaciones que amenacen tu salud mental.
  8. Mantener límites en tus finanzas y presupuestos personales.
  9. No comprometer tu autenticidad por la aprobación de otras personas. 
  10. Defender tus prioridades personales y decir NO cuando sea necesario.
Llamado a la Acción

Entonces, si aún sientes que no te estas valorando lo suficiente y no aceptas tus virtudes y defectos es crucial que comiences a trabajar en tu autoestima. Una autoestima saludable te va a proteger de la depresión y la ansiedad. Vas a tener una mayor confianza en ti, te sentirás capas de enfrentar desafíos, tomar decisiones, y tener relaciones más satisfactorias.

Desde lo que he vivido, sé que mi crianza y mis experiencias han moldeado mi autoestima, pero ¿adivina qué? la responsabilidad de reconstruirla y mejorarla recae únicamente en mí. No me lamento por el pasado, al contrario, ¡lo celebró en toda su magnífica complejidad! Cada experiencia, ya sea buena o mala, ha contribuido a forjar la persona fuerte y resiliente que soy hoy. Pero lo que sí me ha quedado claro es que ya no buscaré más en mi pasado porque ese trabajo ya lo hice. Yo me considero una persona física y mentalmente saludable y si la vida mañana me pone un nuevo desafío lo tendré que trabajar, pero en presencia y con determinación.

BONUS: También fortalezco mi autoestima cuando cumplo mis logros pequeños o grandes. Me hacen sentir muy orgullosa de mi. Puede ser desde cumplir mis entrenamientos en el gym durante la semana hasta cumplir mis KPI’s en mi empresa.

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Artículo 6. Desde Lagrimas en la Universidad hasta Rabietas en la Oficina: ¿Supera la Inteligencia Emocional al Cociente Intelectual?

Emociones Desatadas: Frustración, Ira y Celos

 Imagina esta escena, llegué tarde a la clase de Teoría Monetaria, de inmediato presté atención a lo que decía mi profesor. Mientras lo escuchaba, dirigí mi mirada hacia la pizarra para comprender lo que estaba diciendo pero sinceramente no entendía nada. Mi corazón empezó a latir muy fuerte, mi garganta se quebró y mis ojos se llenaron de lágrimas. Salí corriendo de la clase y terminé de romper en llanto en el baño de la universidad.

Pero eso no es todo, ¿qué tal una escena de celos e inseguridad?. En medio de mis propias tormentas emocionales, luchaba por mantener a flote una relación que se desmoronaba ante mis ojos. Recuerdo que mi novio se había ido a un cumpleaños y yo no dejaba de ver el celular para cerciorarme de que había regresado a su casa. Como no me contestaba, mi mente voló, los celos me invadieron, llamadas sin respuesta, perdí el control, un cuarto destrozado por la rabia y, por supuesto, más lágrimas regadas por el suelo.

Y cuando creía haber alcanzado mi límite, la vida decidió desafiarme una vez más. Pasaron 3 años, llegó el 2022, me encontraba en la oficina y de pronto recibí un correo electrónico con un mensaje que habría preferido escuchar cara a cara. La furia me consumió, segundo después mi jefa conversó conmigo sobre el tema. Estaba tan enojada que no escuché nada, solo asentí con la cabeza y salí de la reunión con mucha impotencia. Todas esas emociones se apoderaron de mí e hicieron que le corte la comunicación a mi jefa que tanta confianza me había dado (obviamente aquí también lloré).

Lo que quiero que entiendas es que durante demasiado tiempo permití que mis emociones fueran las dueñas absolutas de mi vida. Más de dos décadas siendo una marioneta de mis impulsos, con una inteligencia emocional prácticamente inexistente. Si te identificas con esto, sigue leyendo, porque si permites que tus emociones te controlen, prepárate para el desastre.

Mis emociones se apoderaron de mí en cada aspecto de mi existencia: lo académico, lo personal, lo laboral, e incluso lo familiar. He permitido que mis emociones se apoderen de mí, y lo que es peor que las acciones de otros influyan en mi estado de ánimo. Y creéme, esto trajo muchas consecuencias negativas a mi vida. Provoqué conflictos, malentendidos y tensiones en las relaciones personales y profesionales. Como estaba apoderada por mis emociones, mi capacidad para comunicar mi punto de vista era terrible. Al sentir esa ansiedad de no poder manejar mis emociones mi rendimiento académico se vio muy afectado. Y aunque no lo creas esto también repercutió en mi motivación y autoestima porque se me hacía difícil establecer mis metas y manejar mis fracasos.

Descubriendo la Inteligencia Emocional:

Pero un día, mi jefa me regaló unos cupones de Crisol (tienda de libros en Perú) y cuando fui a canjearlos, la vida me puso el libro de Daniel Goleman frente mio. Y ahora, te compartiré en tres simples pasos las herramientas que sigo utilizando para incrementar cada día mi inteligencia emocional:

  1. Reconocer la emoción: Aquí tienes que estar super atento para entender tus emociones. Lo que me ayuda es ver cómo se manifiestan en mi cuerpo. Al reconocerlas, puedes ver cómo afectan tu comportamiento y las decisiones que vas a tomar. 
  2. Tú mandas: Esto a mi me costó, pero sí es posible. Sigo desarrollando una capacidad para controlar y regular mis emociones. Esto me ayuda a no ser impulsiva. He trabajado mucho con la paciencia y el mantener la calma en situaciones difíciles (Daniel Goleman no lo menciona, pero para mí la respiración es crucial en este punto ¡Me ayuda muchísimo!
  3. Empatía: Sigo practicando mucho la escucha, e intento comprender al máximo nivel el mundo de la otra persona. Esto me ayuda a resonar con sus emociones, demostrando un interés sincero a sus preocupaciones. 
Toma Acción y Cambia tu Historia

Así que si eres impulsivo, lloras por todo, y tus emociones mandan, es hora de preocuparte por tu bienestar emocional y poner práctica estos 3 pasos. La ciencia lo respalda: podemos mejorar nuestra inteligencia emocional con el tiempo y la práctica. Y si eres amante de la lectura, te dejo el enlace del libro del capo de Daniel Goleman.

Ahora trabajo cada día para mejorar mi inteligencia emocional, y me llena de alegría ver los cambios positivos que se están produciendo en mi vida y en las vidas de quienes me rodean. Mis relaciones interpersonales han mejorado muchísimo, comenzando con mi familia. No me cansaré de repetir que es el mayor regalo que me ha dado.

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Artículo 5. Salario Emocional: Por qué Dije ‘NO’ al Contrato Laboral Perfecto

¿Por qué rechacé un contrato laboral de ensueño y prioricé mi salario emocional?

 Llegó el día de la renovación de mi contrato, estaba en la empresa de mis sueños. Había logrado negociar condiciones excepcionales: trabajar 100% de forma remota con un respaldo económico favorable y mayores beneficios. Yo estaba muy contenta con ellos, me atrevo a decir que esa empresa es un paraíso laboral, estaba en un ambiente donde me sentía escuchada, respetada y con amplias oportunidades de crecimiento profesional. Ni que decir con los fundadores, una familia inspiradora y con una humildad sin límites. Tenía todo lo que siempre había deseado, incluso la libertad de trabajar desde cualquier rincón del mundo. Pero a pesar de todo esto, algo en mi interior se resistía. No dejaba de preguntarme qué era lo que estaba pasando conmigo en ese momento. Entonces ¿qué crees que pasó con esa renovación de contrato? No la firme, decidí abrazar mi salario emocional antes que mi cuenta bancaria. Sigue leyendo y descubre si valió la pena.

¿Qué fue lo que finalmente me hizo abrir los ojos? ¡Mi tiempo! Me di cuenta de que no era dueña de mi propio tiempo, y eso era lo que me estaba afectando. Desde el 2018, caí en la trampa de seguir las reglas preestablecidas por la sociedad. Trabajar de lunes a viernes, e incluso algunos sábados, de 9am a 6pm. Sumando un total de más 40 horas semanales y 1,920 horas al año (porque, ¿quién no se ha quedado hasta tarde en la oficina alguna vez?).

Sí, estaba haciendo lo que me gustaba, es más me encantaba ser miembro de una organización. Pero descubrí que para mi, el trabajo NO es más importante que vivir cada segundo haciendo actividades que me enriquecen no solo económicamente si no aún mejor, que me llenen el alma, el corazón, que me hacen sentir feliz. Mi vida no puede estar desperdiciada en más de 1,920 horas al año frente a una pantalla de computadora. ¿Esperar ansiosamente los viernes para «disfrutar» o anhelar mis vacaciones de solo 30 días para escapar al lugar de mis sueños? ¡No, eso no es aceptable!

Para mi eso no es normal porque encontré una manera de vivir en balance y sé que sí es posible trabajar en lo que amo, ganar dinero ayudando a las personas y lo más importante honrando inmensamente mi tiempo.

Más Allá de las 9am a 6pm: Cómo Rompí con el Horario Tradicional de Trabajo

¿Cómo lo hice? te comparto en 3 pasos lo que me ayudó a escapar del normalizado de “9am a 6pm”:

  1. Me aseguré de que al menos 6 meses iba a poder vivir sin ningún ingreso: Nada sucede en vano, estoy inmensamente agradecida por cada oportunidad que me dieron al pertenecer a una organización por que gracias a ellos, he desarrollado diversas habilidades, que me han permitido hoy en día tener un proyecto grande con mi papá y seguir creando más. Los 6 años de trabajo también me permitieron ahorrar lo suficiente para tomar esta decisión. A lo que voy con todo esto, es que paralelo a mis trabajos “seguros” siempre he tenido el espíritu emprendedor. Nunca he dependido de un solo ingreso. Gracias a eso, pude decir «NO» cuando lo necesitaba. Salir de la seguridad de un salario mensual fue una experiencia intensa, pero eso me impulsó a esforzarme aún más por lo que quería. Y creéme que cada acción vale la pena y la recompensa es ¡de otro planeta!
  2. Apague mis miedos: Yo tengo una vocecita muy perturbadora dentro mío, siempre cuestionando todo y haciéndome sentir que no lo voy a lograr. Pero le demostré con mis ACCIONES que estaba equivocada. Descubrí que los pensamientos negativos o de temor sí pueden ser controlados. Porque si demuestras con acciones concretas y reales que sí puedes, esa vocecita ya no tendrá más opción que quedarse callada. Pero tienes que TOMAR ACCIÓN.
  3. Tuve un objetivo dentro de esos 6 meses: Me mude al norte del país, porque era algo que quería hacer tiempo atras. Pero tenía el temor de que no me guste porque iba a ser un cambio muy brusco al salir de la ciudad e ir a un pueblo pequeño. Pero antes de comprar el ticket me juré que al menos iba a estar ahí seis meses, sin importar incomodidad o independientemente de los desafíos que enfrentara. Paralelamente, iba a trabajar mucho en mi desarrollo personal. Y eso fue lo que exactamente hice.
Toma Acción: Desafiando el Conformismo

Entonces, si tu actual trabajo no te hace sentir feliz, te hago un urgente llamado a la acción para que te cuestiones qué está pasando. En mi caso, descubrí que el problema era el tiempo, pero en el tuyo puede ser diferente. Tal vez anhelas la opción de trabajar 100% de forma remota, o tal vez prefieres un híbrido entre la oficina y el trabajo en línea. Quizás lo que necesitas es que respeten tu horario o quizás eres independiente y estás buscando trabajar en una empresa (te recomiendo que apliques a la que yo pertenecía, es la mejor!). Ninguna de estas opciones está mal, lo que está mal es vivir tus días sin aprovecharlos al máximo. Cada acción que realizamos debe estar orientada hacia nuestro bienestar y el bienestar común.

Te pregunto: ¿Cuál es tu parte favorita de tu trabajo actual? ¿Qué es lo que más disfrutas hacer en tu día a día laboral? ¿Has tenido alguna experiencia reciente en el trabajo que te haya hecho sentir especialmente contento? Si no puedes identificar momentos favoritos, nada que disfrutes o incluso experiencias que te hagan sentir especial en tu trabajo, ¡Huye por favor!

Ahora, no tengo palabras para describir la libertad que estoy experimentando. Trabajo cuándo y dónde quiero. Si me apetece explorar un lugar nuevo un lunes a las 10:00 de la mañana, ¡allí estoy sin dudarlo! Si de repente se presentan buenas olas entre semana, dejo mi laptop y me lanzo a surfear. Si mis nuevos vecinos me invitan a pescar, corro directo al puerto. Y si surge la oportunidad de hacer voluntariado durante la semana, no lo pienso dos veces, reorganizo mi agenda y me uno a ellos.

Por supuesto, hay días en los que trabajo duro, pero la diferencia es que lo hago porque YO QUIERO estar frente a mi laptop todo el día. No lo hago por cumplir un horario, y eso para mí es simplemente maravilloso. Al escribir este artículo me he dado cuenta que si en este momento decido dejar de trabajar y convertirme en hippie, gracias a Dios tengo la libertad de hacerlo. Actualmente, puedo mantenerme durante 3 años sin trabajar, y por ahora uno de mis objetivos es aumentar esa cifra continuamente.

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