A pocas horas de cumplir 20 años, se me ocurrió llamar a mi team de la universidad y decirles: «¡Vamos a Ica mañana, es mi cumpleaños!» Sin rodeos, aceptaron y a las 5 am del 30 de junio del 2017, ya estábamos rumbo al Sur. Me encantó tanto la experiencia con ellos que cambié mi pasaje a Piura que tenía con mi primer novio (una relación tóxica que abordaré en otro artículo) para viajar con ellos. Dos meses después, todo el grupo estaba disfrutando del Norte Peruano. Estaba completamente inmersa en el lugar, las playas, mis amigos; no había lugar para juicios ni para presumir de que estaba viajando, todo era muy auténtico. Eso hizo que mi deseo por viajar creciera cada vez más.
Pero a lo largo del tiempo caí en la trampa de lo superficial. Recurría a los viajes para «desconectarme» del trabajo, problemas familiares y todo el ruido que tenía en ese momento. Entonces, ¿qué pasó?, ¿en qué momento perdí la autenticidad de los viajes y me convertí en una mujer tan superficial que compartía compulsivamente su vida en las redes sociales?
Cada feriado en Perú era una oportunidad perfecta para escapar, ya sea dentro o fuera del país. Solía reservar viajes sin pensarlo dos veces. Sin embargo, me di cuenta de que estos viajes carecían de una intención clara. Era como embarcarme en una aventura sin Google Maps. Por momentos me sentía perdida y desorientada en los destinos que visitaba. Gastaba dinero en actividades o souvenirs que realmente no me interesaban, lo que luego me dejaba con una sensación de incomodidad y arrepentimiento. Además, había normalizado compartir cada momento en Instagram, sin darme cuenta de que pasaba más tiempo pegada al celular que disfrutando del lugar en el que estaba. Al regresar a casa, me sentía agotada, como si necesitara más días para recuperarme de las vacaciones y volver al trabajo.
Pero aquí viene la buena parte. Cuando decidí irme a vivir al norte del Perú tenía una intención muy fuerte: fluir más en la vida. En ese momento me di cuenta de que una parte de mí había regresado a mi ser. Sabía que ese viaje iba a ser distinto a los demás. Descubrí cinco claves que me ayudaron a entender mi verdadera intención al viajar:
- ¡Haz una lista! Antes de partir, define tus metas y expectativas para el viaje. ¿Quieres aventura, relajación o simplemente escapar de la rutina?
- ¡Escucha tu corazón! Reflexiona sobre tus emociones antes y durante el viaje. ¿Estás genuinamente emocionado por la experiencia o solo buscas una distracción?
- ¡La cámara miente! Observa tus fotos y videos. ¿Capturan momentos auténticos o solo buscas la aprobación en las redes sociales? (Tan solo compara y lee mi rostro con el collage de portada y los dos últimos!)
- ¡Escanea tus emociones! Evalúa cómo te sientes al regresar a casa. ¿Te sientes renovado y lleno de energía o vacío y desanimado?
- ¡Revisa tus recuerdos! ¿Coinciden tus experiencias con tus sueños y objetivos personales?
¿El resultado? Viajar con autenticidad y descubrir el verdadero significado detrás de cada destino.
Así que aquí está mi llamado a la acción: reflexiona sobre tus próximos viajes y asegúrate de que estén alineados con tus verdaderas intenciones. Viaja con autenticidad y descubre el verdadero significado detrás de cada destino.
Ahora me encuentro a punto de emprender un próximo viaje con una clara intención de desarrollo profesional. Estoy en búsqueda de un lugar tranquilo que me permita enfocarme al máximo en mi próxima meta. A veces, me cuesta creerlo y me pellizco para asegurarme de que no estoy soñando. Mi vida se ha convertido en un viaje maravilloso, el cual agradezco a diario y disfruto cada momento. Comparto mi experiencia con amor, con la esperanza de inspirarte y darte la valentía para estar presente y apreciar cada regalo que nos brinda este viaje llamado vida.
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Ay Emília! Tus palabras llegan no sólo para animar y abrazar la propia la autenticidad sino también para dar unos segundos de pausa…. y pensar por qué hacemos lo que hacemos. Ya viajé para huir y me di cuenta que de la mente no se huye. Hoy viajo presente y consciente. Adoré conocerte lucecita ♡